Sociales
Vamos por el triunfo
de las luchas de Trabajo Social y los docentes
Durante este primer cuatrimestre la política del gobierno nacional, a través del Rectorado y en Sociales de la gestión de la facultad, avanzó en ataques concretos hacia la facultad, sus estudiantes y docentes. La reforma antidemocrática del plan de estudios de Trabajo Social fue uno de ellos. Por otro lado el rectorado ha aplicado las jubilaciones compulsivas a todos los docentes mayores de 65 años que dan clases en la UBA, más de 160 de ellos son de nuestra facultad. La realidad de la facultad de sociales da por tierra con el discurso oficial que sostiene que la educación se encuentra en una etapa de apogeo.
La política de la conducción del CECSo (La Juntada-Viejo Topo-FER) ha ido a contramano de la organización de los estudiantes frente a estos conflictos que nos atañen directamente. A lo largo del cuatrimestre estos debates no fueron tomados prácticamente por el Centro de Estudiantes que se dedicó a hacer la plancha. Con la profundización de estos conflictos se han profundizado también sus manejos burocráticos para evitar cualquier movilización estudiantil que enfrente a la gestión K de Caletti. En la última asamblea esto pegó un salto. Ante la posibilidad de que sea aprobada una moción que planteaba impedir que nos impongan la reforma de Trabajo Social, los compañeros optaron por romper la asamblea, ¡armaron un cordón de seguridad!, se llevaron el sonido que se estaba usando y empezaron con los cánticos hasta que fue imposible retomar el curso de la votación, dejando varias propuestas sin ser si quiera tratadas. Demostraron así hasta qué punto están dispuestos a tirar atrás al movimiento de lucha con tal de que éste no tome medidas de acción concretas contra el decanato y la gestión de la facultad con la que tienen crecientes acuerdos. Lo mismo había hecho al boicotear la resolución de la anterior asamblea general, que había definido pasos a seguir para extender el conflicto de Trabajo Social a las cinco carreras.
La adaptación de la Mella al estado de cosas en la facultad va en el mismo sentido de su alineamiento más general con el gobierno nacional. Toda su línea política se trata de no confrontar ni adentro ni afuera de la facultad con los K. Aunque sean los responsables de la política educativa que contra reforma los planes de estudio, nos hace cursar en pésimas condiciones o cesantea a 160 docentes la conducción del centro de estudiantes prefiere evitar desarrollar estos debates. ¿No se parece eso a facilitarle el avance al kirchnerismo? Para evitar el avance de las corrientes K (UES-Campora) debemos orientar políticamente nuestras peleas, desnudar el carácter de la gestión de Caletti y organizar a los estudiantes para luchar en la práctica contra sus políticas en la facultad, en las calles y en cada lugar de trabajo. Esta es una tarea de todos los días, en cada discusión, en cada pasada por cursos, en cada material escrito, en cada medida de fuerza. El actual centro de estudiantes, a la inversa, prefiere no debatir ni estas cuestiones ni aquellas aun más generales: sea el Proyecto X, el apoyo a listas antiburocráticas en los sindicatos o el boicot al Congreso de la FUBA de los K-UCR-PS-PRO.
Desde La Izquierda Al Frente defendemos un Centro de Estudiantes que encabece la organización y movilización estudiantil, que haga avanzar a los estudiantes contra políticas que más allá de debates van en detrimento de sus planes de estudio, de sus condiciones de cursada y hasta de los derechos democráticos de los docentes. Entendemos que se trata de construir un movimiento estudiantil profundamente crítico y ligado a los trabajadores para así derrotar la política que impulsa el gobierno. ¿Qué es un Centro de Estudiantes que no impulsa ninguna campaña contra las cesantías docentes o que decide no enfrentar a una gestión que reforma los planes de estudios con el rechazo de la mayoría de los estudiantes?
El Centro de Estudiantes debe encabezar una gran campaña para evitar que el Consejo Directivo imponga la reforma de Trabajo Social y solidarizarse con toda la fuerza posible con el reclamo docente contra las jubilaciones compulsivas. Convocamos a una movilización estudiantil con esta agenda.
Sin independencia política del gobierno nacional y la gestión de la facultad en la lucha, toda la fraseología combativa se traduce en palabras vacías.
La Izquierda al Frente
La política de la conducción del CECSo (La Juntada-Viejo Topo-FER) ha ido a contramano de la organización de los estudiantes frente a estos conflictos que nos atañen directamente. A lo largo del cuatrimestre estos debates no fueron tomados prácticamente por el Centro de Estudiantes que se dedicó a hacer la plancha. Con la profundización de estos conflictos se han profundizado también sus manejos burocráticos para evitar cualquier movilización estudiantil que enfrente a la gestión K de Caletti. En la última asamblea esto pegó un salto. Ante la posibilidad de que sea aprobada una moción que planteaba impedir que nos impongan la reforma de Trabajo Social, los compañeros optaron por romper la asamblea, ¡armaron un cordón de seguridad!, se llevaron el sonido que se estaba usando y empezaron con los cánticos hasta que fue imposible retomar el curso de la votación, dejando varias propuestas sin ser si quiera tratadas. Demostraron así hasta qué punto están dispuestos a tirar atrás al movimiento de lucha con tal de que éste no tome medidas de acción concretas contra el decanato y la gestión de la facultad con la que tienen crecientes acuerdos. Lo mismo había hecho al boicotear la resolución de la anterior asamblea general, que había definido pasos a seguir para extender el conflicto de Trabajo Social a las cinco carreras.
La adaptación de la Mella al estado de cosas en la facultad va en el mismo sentido de su alineamiento más general con el gobierno nacional. Toda su línea política se trata de no confrontar ni adentro ni afuera de la facultad con los K. Aunque sean los responsables de la política educativa que contra reforma los planes de estudio, nos hace cursar en pésimas condiciones o cesantea a 160 docentes la conducción del centro de estudiantes prefiere evitar desarrollar estos debates. ¿No se parece eso a facilitarle el avance al kirchnerismo? Para evitar el avance de las corrientes K (UES-Campora) debemos orientar políticamente nuestras peleas, desnudar el carácter de la gestión de Caletti y organizar a los estudiantes para luchar en la práctica contra sus políticas en la facultad, en las calles y en cada lugar de trabajo. Esta es una tarea de todos los días, en cada discusión, en cada pasada por cursos, en cada material escrito, en cada medida de fuerza. El actual centro de estudiantes, a la inversa, prefiere no debatir ni estas cuestiones ni aquellas aun más generales: sea el Proyecto X, el apoyo a listas antiburocráticas en los sindicatos o el boicot al Congreso de la FUBA de los K-UCR-PS-PRO.
Desde La Izquierda Al Frente defendemos un Centro de Estudiantes que encabece la organización y movilización estudiantil, que haga avanzar a los estudiantes contra políticas que más allá de debates van en detrimento de sus planes de estudio, de sus condiciones de cursada y hasta de los derechos democráticos de los docentes. Entendemos que se trata de construir un movimiento estudiantil profundamente crítico y ligado a los trabajadores para así derrotar la política que impulsa el gobierno. ¿Qué es un Centro de Estudiantes que no impulsa ninguna campaña contra las cesantías docentes o que decide no enfrentar a una gestión que reforma los planes de estudios con el rechazo de la mayoría de los estudiantes?
El Centro de Estudiantes debe encabezar una gran campaña para evitar que el Consejo Directivo imponga la reforma de Trabajo Social y solidarizarse con toda la fuerza posible con el reclamo docente contra las jubilaciones compulsivas. Convocamos a una movilización estudiantil con esta agenda.
Sin independencia política del gobierno nacional y la gestión de la facultad en la lucha, toda la fraseología combativa se traduce en palabras vacías.
La Izquierda al Frente